"Como una flecha".Cuadro del autor

viernes, 15 de octubre de 2010

El poblamiento humano en el Cerro del Collao de Povedilla



Artículo incluido en el programa de las "Fiestas de Povedilla   VIRGEN DEL ROSARIO 2010":


Este cerro, conocido popularmente como “el cerro Collao”, es para los povedilleros, junto al cerro Mirabueno, un cerro mítico.

Desde niño, siempre me atrajo su silueta, así como el encanto que tienen los amaneceres cuando el sol nace junto a su cumbre. Es un cerro coqueto y, a la vez, majestuoso. Cuando era niño me gustaba buscar piedras “raras” y bonitas. Con mi hermano y la tropa de mi barrio, recorríamos los alrededores del pueblo. En una de esas salidas, decidí que subiéramos a la cima del cerro el Collao. Iba recogiendo las piedras que me llamaban la atención y, entre ellas, una me resultó muy curiosa: la piedra se doblaba como un chicle. Al paso de los años, he conseguido descifrar el enigma: se trataba de un fragmento de plomo romano.
Casi todos los habitantes de Povedilla, y otros visitantes, han tenido la curiosidad de alcanzar su cima. Mientras ascienden, y también en su cumbre, observan fragmentos de teja o restos de botijos, según dicen ellos. Como los estudios arqueológicos sobre nuestro municipio son casi inexistentes, me he preocupado de indagar un poco sobre lo hallado en este entorno. Aunque en la actualidad sólo se cultiva de olivar una parte de la ladera que mira a la fuente del Collao, me consta que en otras épocas el cultivo de cereal se extendía por una superficie mayor que la actual; si a esto unimos que, durante la Guerra Civil Española, se edificó una pequeña caseta de comunicaciones para el establecimiento de una pequeña base aérea o pista de aterrizaje en el paraje de “la Aviación”, las cerámicas en superficie aparecen muy fragmentadas y mezcladas.

Después de observar los restos “in situ” y hablar con agricultores y gente que, casualmente ha encontrado y conservado distintas piezas, podemos rastrear el poblamiento humano en la Prehistoria y la Edad Antigua, dejando aparte su posición privilegiado en la Edad Media, como vigía de la ciudad de Alcaraz frente a amenazas venidas desde el Campo de Montiel.

En sus laderas se han encontrado algunas hachas pulimentadas y fragmentos de ellas, también se encuentran restos de vasijas, algunas de ellas con decoración incisa en sus bordes y otras con “tetones” (inicio de lo que serían futuras asas), también una pequeñísima hacha de bronce votiva y una punta de flecha tipo palmela. Todo esto nos induce a pensar que quizá desde el Neolítico (hace unos 7.000 años) y confirmado en la Edad del Bronce (el bronce final alcanza hasta hace unos 3.000 años) hubo una serie de edificaciones en la cima y laderas del cerro.

Mezclada con la anterior se aprecia, en menor cantidad, cerámica iberorromana. También nos han enseñado unas monedas romanas. Por tanto, podemos afirmar que el poblamiento continuó durante la Edad Antigua, quizá con un pequeño asentamiento en época ibérica y puesto de vigilancia o pequeño poblado en época romana. Sólo un estudio realizado por arqueólogos nos podrá desvelar y ampliar este punto. Desde la cima, si miramos las laderas que dan al pueblo y hacia el cortijo del Duende, se aprecian dos líneas de fortificación.

¿Por qué este cerro tiene este poblamiento? Primero por su posición: domina un amplio valle, el río no está muy lejos y una fuente brota a escasos metros. Segundo: opuesto al valle, el monte daría refugio y cobijo a animales, por tanto, hábil para la caza o el pastoreo. Tercero: fácil defensa. Una de sus laderas es muy abrupta; la otra le basta con una muralla. Cuarto: Por sus inmediaciones pasa un camino romano (vía secundaria); este ramal viene desde Villapalacios, pasa por el Puente de la Reina, cerca del Pizarro del Indiano y, bordeando el Collao, va a la Venta del Vecino, Viveros, el Ballestero… (lugares todos ellos con yacimientos arqueológicos romanos y que enlazaría en el término municipal de Viveros con el llamado “Camino de Aníbal”).

martes, 5 de octubre de 2010

TIGRES

"Tigres", óleo sobre madera de oliva.

                                                                Tigre me voy sintiendo

prestancia, vigor, astucia, fortaleza,
nada te puede asustar,
el poder en tu pecho,
tus dientes todo lo rasgan

eres el amo de tu entorno,
dios de tu territorio.

En ti habita el vigor,
   eres el señor de tus tierras
y de tu inmenso corazón.